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Memorias de la Última Narradora

Osos de Trapo

He vuelto a subir al desván. Tenía que dejar una caja llena de cosas viejas que había empaquetado mi tía. Como no tenía nada más que hacer en todo el día he estado explorando de nuevo.
Hoy he encontrado una caja llena de juguetes viejos. La mayoría eran aviones de madera o libros de cuentos llenos de polvo con las hojas desgastadas y los dibujos amrillentos. Pero entre todas esas cosas había un juguete que me llamaba especialmente la atención. Era un pequeño osito de trapo al que solo le quedaba un ojo y que estaba completamente cubierto de polvo. Según le he visto he sbido que le conocía ya de algo. Todavía no he conseguido averiguar de qué, pero seguiré investigando. Por ahora lo he bajado a mi habitación y lo he lavado. Esta tarde iré acomprar algún botón bonito que sirva para reponer el ojo perdido. Después veré si le puede hacer algún otro arreglo para que pueda vivir sobre mi cama sin llamar demasiado la atención.

7 comentarios

David Zhen -

Es una suerte haber tenido un oso, y que se te haya ocurrido guardarlo en algún momento del camino.
Yo los tuve, y en ocasiones echo de menos no poder encontrarme con ellos.
Fíjate, que incluso me he comprado uno, a ver si ese... atrae a los demás, y puedo volver a recordar lo que era ser un niño.
Aprovecha esa puerta que se te abre, ahora que tú tienes esa oportunidad. Saludos.

reuben -

Suele pasar que cuando uno está bién, le dá más valor a los objetos que encuentra de su pasado, no sé porqué.

lost-inocence -

Ese osito tiene mucha suerte de tenerte...

Ardi -

Esta tarde oí (en CD) Sherezhade, de Rimsky Korsakov. Hace un año la oí en el Palau de la Música de Barcelona, deliciosamente interpretada por una orquesta sinfónica. Sigue pareciéndome arrebatadora, con ese violín que evoca a la contadora de cuentos de las Mil y una Noches. Oí el disco y me acordé de ti. Uno nunca escoge sus apodos en vano, ya ves. :-)

Lyzzie -

El osito ahora estará feliz de poder estar acomodado en una cama :). Besos!!

Ardi -

Un osito tuerto... un osito de trapo (ni siquiera de peluche) que no dice papá ni mamá, ni anda ni hace monadas... nos inspira, sin embargo una gran ternura, un enorme cariño. ¿Por qué será? :)

Marta -

Bonita historia, Narradora.
Objetos, como el osito de trapo, que compartieron en nuestra infancia, aventuras y sueños, y que... Una vez crecidos, perdemos de vista. El encuentro con el osito es como una segunda oportunidad para retomar los viejos caminos de los sueños.
besos