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Memorias de la Última Narradora

Mi Tierra

El forastero suele ver a Extremadura, mi tierra, como una tierra estéril y vacía, que muy al contrario de las regiones del Norte, como Asturias o Galicia, no luce un grato tono verde y florido, sino más bien que viste una sequedad amarillenta y pardusca.
Extremadura se ganó su nombre por la dureza de la tierra y lo extremo que antaño resultaba vivir aquí. Hoy en día la gente sólo quiere lo fácil y lo cómodo, y una tierra que en gran parte vive olvidada de la mano de Dios y donde vivir es más difícil que en el resto del país (tanto por su clima, como por diferentes cuestiones sociopolíticas) les parece un lugar horrible y muchas veces despreciable.
La mayoría de la gente se pregunta como es posible que los extremeños amemos tanto esta, nuestra tierra. Y no es que haya un secreto, no es que nos lo metan en la cabeza desde pequeños. Sino que es algo innato. Nuestro amor suele crecer cuando conocemos desde dentro y de corazón lugares que para el resto pasan inadvertidos por el desprecio y el olvido que vierten sobre nuestra tierra.
Y es que no cambiaría una encina de aquí ni por todos los bosques de Asturias. No cambiaría las calles de Cáceres ni por toda la Alhambra. No cambiaría Guadalupe ni por la más hermosa catedral de España. Ni Monfragüe por Doñaana. Ni Mérida por ninguna Roma. Y podría seguir así por mucho tiempo.
Y es que por muy hermosos que sean todos aquellos lugares no les puedo ver con los mismos ojos que veo los de mi tierra. Al igual que es imposible pediros que vosotros veáis estos parajes parduscos y amarillentos como yo los veo.
Pero aún así os invito a que vengáis y comprendáis esta tierra.
Nunca me había emocionado tanto al volver a casa.

2 comentarios

Ardibeltza -

Extremadura = límite.
Extremadura = frontera.
Extremadura, de cuando los reinos cristianos lindaban con los moros.
En castellano antiguo, o en bable actual, estremadura = separación.
Vives en tierra que fue de frontera. Tierra que fue el límite meridional del Reino de León.
Vives en tierra agreste, en tierra sobria, en tierra neta. Vives, simplemente, en tierra. Sin adornos.
Pero tu región o C.A. tampoco es uniforme. Mucho ha que no la visito, casi se me ha borrado de la memoria, pero recuerdo que las dos provincias son bien diferentes, como corresponde al cambio de Meseta. Particularmente me quedo con la agreste Cáceres frente a la Badajoz árida, aunque eso es mucho simplificar, porque tampoco son provincias de un solo paisaje, y éste habrá cambiado mucho en estos años de acción humana. Cuéntanos, si quieres, esa diversidad, Ultima Narradora. Malgasta tus minutos :-P en tu propia tierra, que habremos de leerte. Si te parece. :-)

Marta -

Eso es amor por tu tierra, y lo demás tonterías. A pesar de todo lo maravilloso que has vivido estos últimos días, los lugares que has visitado, siempre se encuentra en casa, el encanto innato, que los demás sitios no tienen. Tal vez sea debido a eso que explicas, que sea cosa de la infancia.

Así de perdida voy yo, no me gusta nada volver a esta ciudad desértica y ventosa que es Zgz, pero en cambio adoro regresar a Canarias, o pisar suelo francés... Eso es "querer a mi tierra", no?

Besos

P.S: Apuntando en mi cuaderno de destinos a conocer: Extremadura.